El sábado, casi sin pensarlo nos anotamos a una caminata que prometía, por la belleza de la zona y por lo incierto del tiempo, un 85% de posibilidades de lluvia.
Obviamente la primera razón no falla, es sencillamente impresionante observar los acantilados más altos de Europa; la lluvia nos acompañó de manera intensa durante unos 10 minutos a la vuelta de San Andrés.
Las fotos hechas con el móvil no reflejan lo maravilloso del paisaje. Nos quedan las ganas de volver para hacer un recorrido más hacia la zona de las alturas.
Viento, mar, montaña..... Vida!
Curiosas formaciones rocosas, imagino que debidas a la erosión, fuerte y constante en la zona.
Desde Santiago nos acercamos 4 personas, hacíamos un total de 21, un buen grupito para disfrutar una espléndida mañana de otoño.
San Andrés al fondo, justo antes de empezar la empinada bajada!
Un buen almuerzo a base de patatas a la riojana, riquísimas por cierto, y churrasco principalmente, nos esperaba a la vuelta en el restaurante "Calzada Romana"; luego nos esperaba hora y media de camino de vuelta a casa, cansados pero satisfechos