Hace bien poco tuve conocimiento de una desgracia ocurrida el 9 de enero de 1959 en un pequeño pueblo de apenas 500 habitantes de la provincia de Zamora, su nombre, Ribadelago. Fácil es deducir su situación, a la orilla del lago más conocido de la provincia y quizás del noroeste de España, el Lago de Sanabria.
No voy a entrar en detalles, ya que mi idea de fotografiar ciertos lugares me fue totalmente imposible por falta de información, previsión y tiempo, además de no ser la época adecuada. Por lo que dejaré al lector, la opción de informarse. La intención es volver en primavera o verano con un viaje mejor planeado.
De momento aquí va un pequeño aperitivo de la zona.
La tarde estaba más bien fresquita, no más de 3-4 grados de temperatura, cielo despejado y cerca de las 15,30 hrs.
Buscamos un lugar apropiado para comer, en la orilla izquierda del Tera.
La tarde era espléndida y la tranquilidad del lago invadía el ambiente
Testigo de la baja temperatura, el hielo formándose sobre el rio.
Lo más seguro, que este paisaje, en unas pocas semanas, aparezca cubierto de blanca y fria nieve.
Aunque haya algunas construcciones abandonadas, el hecho de ser una zona turística, parece que puede garantizar la continuidad de este pequeño pueblo.
Mudo testigo del desastre, el cadáver de la antigua iglesia apenas se conserva.
En el "minimalista" como diríamos ahora camposanto, descansan algun@s de los poc@s que no fueron arrastrados esa fatídica noche.
Ya sólo nos quedaba tomar el camino de vuelta a casa, pero volveremos, iremos rio arriba, donde se fraguó la tragedia.
