De nuevo volvimos a este paraíso que tenemos a tiro de piedra en nuestra maravillosa ria. Esta vez el grupo doblaba con creces el del año pasado, pero mereció la pena. El único punto "malo"; la cantidad de embarcaciones a motor que se acercan hasta la orilla, saltándose así la prohibición al respecto. Seguimos sin concienciarnos de la importancia de proteger nuestro entorno y cuidarlo, por que no se puede decir "....como si fuera nuestro"; es que NO es nuestro y debemos dejarlo tal y como lo encontramos.