Un espléndido y lluvioso fin de semana aprovechamos para visitar otro pedacito de nuestra increíble costa. Esta vez nos acercamos en viaje relámpago a Narón y comarca, como siempre, el tiempo, demasiado poco, pero hacemos lo posible por aprovechar lo que se pueda.
Obligada referencia al edificio que alberga el hotel en el que hicimos noche, desconozco si originalmente estaba dedicado a esta actividad, aunque me extraña. El "Pazo Libunca" desde luego, rezuma nostalgia por todos sus rincones, encantador, acogedor, nos traslada 10 lustros en el tiempo y nos abre sus brazos con amabilidad.
Motivos de la vida de nuestro país por doquier.
Recepción.
Nada más bajarnos del vehículo, un espléndido "Arco da Vella" nos recibe augurándonos dia y medio maravilloso!
Si nos fijamos, ¿no sería recomendable pararse un poco más en el daño visual que causamos a éste increíble paisaje?
Otro detalle de la decoración interior.
La cena..... bueno, sin palabras, Casa Pendás..... buscadla, vale la pena!
Encanto es quizás la palabra que mejor define este establecimiento.
Detalle mesita de la habitación.
Después de un buen desayuno nos dirigimos hacia Ferrol, una espléndida mañana regada con un sol cegado esporádicamente por alguna nube despistada. Perfecto para un paseo matinal.
Una imagen un tanto triste al pensar que ahí, tranquilamente, espera su desguace.
A continuación, carretera hacia Pontedeume y por la costa hasta Perbes, he aquí su playa.
Tarde perfecta para disfrutar de la arena sin las "aglomeraciones" de otras épocas.
La inquietud del mar abierto contrastaba con la quietud de las aguas interiores separadas por escasos metros de tierra.
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